Iglesia Biblica Reformada "Gracia y Verdad"

Iglesia Biblica Reformada "Gracia y Verdad" Juan 1:17
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio d Confesion de Fe Bautista de Londres 1689

12/23/2024

Diciembre 23

“A José dijo: bendita de Jehová sea tu tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo.” Deuteronomio 33:13.

Nosotros podemos ser ricos con las mismas cosas que obtuvo José, y podemos alcanzarlas en un sentido más elevado. ¡Oh, que tuviéramos “lo mejor de los cielos”! El poder con Dios, y la manifestación del poder de Dios, son cosas sumamente preciosas. Queremos disfrutar de la paz de Dios, del gozo del Señor, de la gloria de nuestro Dios. Valoramos mucho más que el oro finísimo, la bendición de las tres divinas Personas en amor, en gracia, y comunión. Las cosas de la tierra son como nada en cuanto a preciosidad, comparadas con las cosas del cielo.
“El rocío”. ¡Cuán precioso es esto! ¡Cómo oramos y alabamos, cuando tenemos el rocío!
¡Qué refrigerio, qué crecimiento, qué perfume, qué vida hay en nosotros cuando el rocío abunda! Por encima de todas las demás cosas, como plantas plantadas por la propia diestra del Señor Jesucristo, necesitamos el rocío de Su Santo Espíritu.
“El abismo que está abajo.” Seguramente esto se refiere a ese océano invisible subterráneo que suministra todos los frescos manantiales que alegran la tierra. ¡Oh, conectarse con las fuentes eternas! Esta es una bendición indecible; ningún creyente ha de descansar hasta poseerla. La toda-suficiencia de Jehová es nuestra para siempre. Recurramos a ella ahora.

12/22/2024
12/21/2024

Diciembre 21

Miqueas 7:19
“El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.”

Dios nunca se aparta de Su amor, pero pronto se aparta de Su ira. Su amor por Sus escogidos es de acuerdo a Su naturaleza, pero Su ira es sólo de acuerdo a Su oficio: Él ama porque es amor, y frunce Su entrecejo porque es necesario para nuestro bien. Él volverá al lugar en el que descansa Su corazón, es decir, Su amor por los Suyos, y entonces tendrá compasión de nuestras aflicciones y les pondrá un término. Qué promesa tan especial es esta: “¡Sepultará nuestras iniquidades!” Él las vencerá. Ellas procuran esclavizarnos, pero el Señor, con Su propia diestra, nos dará la victoria sobre ellas. Como los cananeos, serán derrotadas, puestas bajo el yugo, y al final serán suprimidas.
En cuanto a la culpa de nuestros pecados, ¡cuán gloriosamente es quitada! “Todos nuestros pecados”: todo el ejército de ellos; “echará”: sólo un brazo todopoderoso podría realizar tal maravilla; “en lo profundo del mar”: donde Faraón y sus carros se hundieron. No en las partes poco profundas, donde la marea pudiera sacarlos a la superficie, sino que “en lo profundo” serán sumergidos nuestros pecados. Todos han desaparecido. Se hundieron como una piedra en el fondo, por medio del sacrificio de Cristo.¡Aleluya! ¡Aleluya!

12/20/2024

Diciembre 20

Isaías 51:12-13
“Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?”

El texto mismo ha de ser tomado como la porción para hoy. No hay necesidad de abundar sobre él. Tú que tiemblas, léelo, créelo, aliméntate de él, y arguméntalo delante del Señor.

La persona que temes es, después de todo, sólo un hombre; mientras que quien promete consolarte es Dios, tu Hacedor, y el Creador del cielo y de la tierra.

El consuelo infinito por medio de Cristo, protege con creces de un peligro muy limitado.

“¿Dónde está el furor del que aflige?” Está en la mano del Señor.
Es únicamente la furia de una criatura moribunda; furia que llegará a un fin tan pronto como el aliento abandone las fosas nasales.
¿Por qué, entonces, deberíamos temer a alguien que es tan frágil como nosotros mismos? No deshonremos a nuestro Dios convirtiendo en un dios al hombre insignificante. Podemos convertir en un ídolo a un hombre, teniéndole un miedo excesivo o rindiéndole un amor desordenado.
Tratemos a los hombres como hombres, y a Dios como Dios; y entonces proseguiremos calmadamente por el sendero del deber, temiendo a Dios, y no temiendo a nadie más.

12/19/2024

Diciembre 19

Salmo 34:20
“El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.”

Este texto es otra profecía sobre Cristo en la cruz, ninguno de sus huesos fueron quebrados, Dios es fiel en guardar sus promesas.

Esta promesa puede aplicarse también al creyente en aflicción: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor”.

Esto es un gran consuelo para un atribulado hijo de Dios, y un consuelo que me apresuro a aceptar; pues hasta esta hora no he sufrido un daño real por mis muchas aflicciones. No he perdido fe, ni esperanza, ni amor.
Es más, lejos de perder estos huesos del carácter, han ganado en fortaleza y energía. Tengo más conocimiento, más experiencia, más paciencia, más firmeza de los que tenía antes de que vinieran las pruebas. Ni siquiera mi gozo ha sido destruido.
Muchas contusiones he recibido por enfermedad, luto, depresión, calumnia y oposición; pero la contusión fue sanada, y no he sufrido caer del camino.
La razón no está lejos para que necesite buscarse. Si confiamos en el Señor, Él guarda todos nuestros huesos; y si Él los guarda, podemos estar seguros que ni uno solo de ellos será quebrantado.

Vamos, corazón mío, no te aflijas. Te estás doliendo, pero no hay huesos rotos. Soporta la aflicción porque muy pronto vendrá la consolación, Cristo vendrá por su iglesia, aleluya, amén.

12/18/2024

Diciembre 18

Isaías 31:5 Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando.

Con ala presurosa la madre de los pajaritos vuela veloz para proteger a sus polluelos. No pierde ni un momento en su camino cuando se acerca para proporcionarles comida, o guardarlos del peligro. Así vendrá el Señor como sobre alas de águila, para la defensa de Sus escogidos; sí, cabalgará sobre las alas del viento.
Con alas desplegadas la madre cubre a sus pequeñuelos en el nido. Los oculta interponiendo su propio cuerpo. La madre transmite su propio calor a sus polluelos, y hace de sus alas una casa en la que habitan como en su hogar. De la misma manera el propio Jehová se convierte en la protección de Sus elegidos. Él mismo es su refugio, su morada, su todo.
Como pájaro volando, y pájaro protegiendo (pues la palabra significa ambas cosas), así será el Señor para nosotros: y lo será repetida y exitosamente. Hemos de ser defendidos y preservados de todo mal: el Señor, que se compara a los pájaros, no será como ellos en su debilidad, pues Él es Jehová de los ejércitos. Que este sea nuestro consuelo: que el amor todopoderoso sea veloz para socorrernos, y seguro para cubrirnos. El ala de Dios es más rápida y más tierna que el ala de un pájaro, y nosotros pondremos nuestra confianza bajo Su sombra a partir de este momento y para siempre, estamos seguros en Cristo.

12/17/2024

Diciembre 17

1 Tesalonicenses 4:17
“Y así estaremos siempre con el Señor.”

Mientras estemos aquí, el Señor está con nosotros, y cuando somos llamados a partir, estamos con Él. No se puede separar al santo de su Salvador. Ellos son uno, y siempre han de ser uno: Jesús no puede estar sin Su propio pueblo, pues sería una cabeza sin un cuerpo.
Ya sea que seamos arrebatados en el aire, o que descansemos en el Paraíso, o que permanezcamos aquí, estamos con Jesús; ¿y quién nos apartará de Él? ¡Qué gozo es este! Nuestro honor supremo, nuestro descanso, nuestro consuelo y nuestro deleite, es estar con el Señor. No podemos concebir nada que sobrepase o que ni siquiera iguale esta sociedad divina. Por una santa comunión hemos de estar con Él en Su humillación, en Su rechazo, en Su sufrimiento, y luego estaremos con Él en Su gloria.
Antes de mucho estaremos con Él en Su reposo y en Su realeza, en Su expectación y en Su manifestación. Nos irá como a Él le vaya, y triunfaremos conforme Él triunfe.
Oh Señor mío, si he de estar siempre contigo, tengo un destino incomparable. No envidiaré a un arcángel. Estar para siempre con el Señor es mi idea suprema del cielo. La gloria para mí no son las arpas de oro, ni las coronas inmarcesibles, ni la luz sin nubes; sino el propio Jesús, y yo con Él para siempre en una perfecta comunión.

12/16/2024

Diciembre 16

Josué 17:18
Porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.”

Tener la certeza de la victoria es un gran estímulo que nos da valor, pues entonces el hombre sale confiado a la guerra, y se aventura en lugares a los que de otra manera habría estado temeroso de ir. Nuestra guerra es contra el mal que está dentro de nosotros y a nuestro alrededor, y hemos de estar persuadidos de que somos capaces de obtener la victoria, y de que lo haremos en el nombre del Señor Jesús. No estamos cabalgando para caernos, sino para triunfar; y triunfaremos. Dios, en Su omnipotencia, ejerce Su gracia para el derrocamiento del mal en toda forma: de aquí la certeza del triunfo.
Ciertos de nuestros pecados encuentran carros herrados en nuestra constitución, en nuestros hábitos anteriores, en nuestras compañías, y en nuestras ocupaciones. Sin embargo, hemos de vencerlos. Son muy fuertes, y en referencia a ellos nosotros somos muy débiles; no obstante, en el nombre de Dios hemos de vencerlos, y lo haremos. Si un pecado tiene dominio sobre nosotros, entonces no somos los hombres libres del Señor. El hombre que está sujeto por una sola cadena es todavía un cautivo. No hay tal cosa como ir al cielo si un pecado gobierna en nuestro interior, pues de los santos se dice: “el pecado no se enseñoreará de vosotros. ¡Arriba, entonces, maten a todo cananeo, hagan añicos todo carro herrado! El Dios de los ejércitos está con nosotros, ¿y quién resistirá Su poder que destruye al pecado? Amén!!

12/15/2024

Diciembre 15

Isaías 2:4
“Y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.”

¡Oh, que estos tiempos felices ya hubiesen llegado! En el momento presente, las naciones están fuertemente armadas, e inventan todavía armas más y más terribles, como si el principal objetivo del hombre sólo pudiese ser cumplido destruyendo a miríadas de sus semejantes. Sin embargo, la paz prevalecerá un día; sí, y prevalecerá de tal manera que los instrumentos de destrucción serán moldeados con otras formas y utilizados para mejores propósitos. ¿Cómo se dará esto? ¿Por el comercio? ¿Por medio de la civilización? ¿A través del arbitraje? No lo creemos. La experiencia pasada nos impide confiar en instrumentos tan débiles. La paz será establecida únicamente por el reinado del Príncipe de Paz. Él ha de enseñar al pueblo por Su Espíritu, ha de renovar los corazones por Su gracia, y ha de reinar en ellos por Su poder supremo, y entonces ellos cesarán de herir y matar. El hombre es un monstruo una vez que su sangre está hirviendo, y solamente el Señor Jesús puede convertir a este león en un cordero. Al cambiar el corazón del hombre, sus pasiones sedientas de sangre son dominadas. Que cada lector de este libro de promesas ofrezca hoy una oración especial al Señor y Dador de Paz, para que ponga prontamente un fin a la guerra, y establezca la concordia en el mundo entero.

12/14/2024

Diciembre 14

“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas.” Apocalipsis 21:5.

¡Gloria sea dada a Su nombre! Todas las cosas necesitan ser renovadas, pues están tristemente estropeadas y desgastadas por el pecado. Ya es tiempo que la vieja vestidura sea enrollada y puesta aparte, y que la creación de ponga su traje dominguero. Pero nadie más puede renovar todas las cosas excepto el Señor, que las hizo al principio; pues se necesita el mismo poder para hacer algo de lo malo, que para hacer algo de la nada. Nuestro Señor Jesús ha asumido la tarea, y Él es plenamente competente para llevarla a cabo. Él ya ha comenzado Su labor, y por siglos ha perseverado en regenerar los corazones de los hombres, y el orden de la sociedad. Gradualmente hará nueva toda la constitución del gobierno humano, y la naturaleza humana será transformada por Su gracia; y el día vendrá en el que el propio cuerpo será cambiado y conformado a semejanza de Su cuerpo glorioso.
¡Qué gozo es pertenecer a un reino en el que todo está siendo renovado por el poder de su Rey! No nos estamos muriendo: nos estamos apresurando a una vida más gloriosa. A pesar de la oposición de los poderes del mal, nuestro glorioso Señor Jesucristo está cumpliendo Su propósito, y haciéndonos a nosotros y a todas las cosas que nos rodean, “nuevos”, y tan llenos de belleza como cuando salieron al principio de la mano del Señor.

12/13/2024

Diciembre 13. “Pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.” Zacarías 14: 7.
Es una sorpresa que esto sea así, pues la amenaza de todas las cosas es que al caer la tarde oscurecerá. Dios suele obrar de una manera tan por encima de nuestros miedos y más allá de nuestras esperanzas que nos quedamos grandemente sorprendidos, y somos conducidos a alabar Su gracia soberana. No, no sucederá con nosotros como nuestros corazones están profetizando: la oscuridad no se profundizará en medianoche, sino que súbitamente se esclarecerá como el día. No debemos desesperar nunca. En los peores momentos confiemos en el Señor que torna la oscuridad de la sombra de muerte en mañana. Cuando la tarea de ladrillo es aumentada, Moisés aparece, y cuando abunda la tribulación, está más cerca de su fin.
Esta promesa debía ayudar a nuestra paciencia. La luz no puede venir plenamente mientras nuestras esperanzas estén bastante disminuidas por esperar todo el día sin propósito alguno.
Para el malvado el sol se pone cuando todavía es de día: para el justo el sol se levanta cuando todavía es de noche. ¿No podemos esperar con paciencia esa luz celestial, que podría parecer tardar en llegar, pero que con seguridad demostrará ser muy digna de la espera?
Vamos, alma mía, toma tu parábola y cántale a Él, que te bendecirá en la vida y en la muerte de una manera que sobrepasa todo lo que la naturaleza pudiere ver jamás en su punto culminante. amén!!

12/12/2024

Diciembre 12. “En quietud y en confianza será vuestra fortaleza.” Isaías 30: 15.
Estar inquietándose y preocupándose, cuestionando y desconfiando es siempre una debilidad. ¿Qué podríamos hacer si nos consumiéramos hasta quedar en los huesos y en la piel? ¿Acaso podríamos ganar algo por tener miedo o por irritarnos? ¿Acaso no nos estaríamos volviendo incapaces para la acción, y trastornaríamos nuestras mentes para cualquier sabia decisión? Nos estamos hundiendo con nuestros esfuerzos cuando podríamos flotar por la fe.
¡Oh, que tuviéramos gracia para quedarnos quietos! ¿Para qué correr de casa en casa repitiendo la gastada historia y enfermándonos más y más del corazón conforme la decimos? ¿Por qué quedarnos en casa clamando en agonía por causa de desventurados presentimientos que podrían no cumplirse jamás? Sería bueno mantener quieta la lengua, pero sería muchísimo mejor si tuviéramos quieto el corazón. ¡Oh, quedarnos quietos y saber que Jehová es Dios!
¡Oh, que tuviéramos gracia para confiar en Dios! El Santo de Israel ha de defender y liberar a los Suyos. Él no puede volverse de Sus solemnes declaraciones. Podemos estar seguros de que cada palabra de Su voluntad permanecerá aunque las montañas fueran trasladadas.
Él es digno de toda confianza; y si mostráramos confianza y la consecuente tranquilidad, seríamos tan felices como los espíritus que están delante del trono. Vamos, alma mía, regresa a tu reposo, y apoya tu cabeza sobre el pecho del Señor Jesús. amén!!

12/11/2024

Diciembre 11

Salmo 37:3
“Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad”.

Confía y haz son palabras que se concatenan muy bien, en el orden en que el Espíritu Santo las ha colocado. Hemos de tener fe en Cristo, y esa fe en Cristo debe obrar.
La confianza en Dios nos pone en la obra santa: confiamos en Dios para el bien, y luego hacemos el bien. No nos quedamos quietos porque confiamos, sino que nos levantamos y esperamos que el Señor obre a través nuestro y por nosotros. No nos corresponde preocuparnos y hacer el mal, sino confiar y hacer el bien. No confiamos sin hacer, ni hacemos sin confiar.
Los adversarios quieren erradicarnos, si pudieran; pero confiando y haciendo, habitamos en la tierra. No entraremos en Egipto, sino que permaneceremos en la tierra de Emanuel: la providencia de Dios, la tierra de Canaán del amor del pacto. No se pueden deshacer de nosotros tan fácilmente como suponen los enemigos del Señor. No pueden echarnos fuera, ni destruirnos: allí donde Dios nos ha dado un nombre y un lugar, allí moraremos. Pero, ¿qué pasa con la provisión de nuestras necesidades? El Señor ha puesto un ‘en verdad’ a esta promesa. Tan cierto como que Dios es fiel, Su pueblo será alimentado. A ellos les corresponde confiar y hacer, y el Señor actuará de conformidad a su confianza. Si no son alimentados por los cuervos, o alimentados por Abdías, o alimentados por una viuda, de alguna manera ellos serán alimentados.
¡Fuera los temores! Y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de nuestra fe.

12/10/2024

“Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.” Éxodo 23: 22.
Cristo, el Señor, ha de ser reconocido y obedecido en medio de Su pueblo. Él es el Virrey de Dios, y habla en nombre del Padre, y nuestra responsabilidad es hacer sin reservas e inmediatamente lo que Él ordene. Perderíamos la promesa si desatendemos el precepto.
¡Cuán grande es la bendición para la plena obediencia! El Señor establece una alianza con Su pueblo, tanto a la ofensiva como a la defensiva. Él bendecirá a quienes nos bendicen, y maldecirá a quienes nos maldigan. Dios irá en corazón y alma con Su pueblo, y tomará laposición de ellos con profunda simpatía. ¡Qué protección nos garantiza esto! No necesitamos preocuparnos por nuestros adversarios, cuando se nos asegura que se han convertido en los adversarios de Dios. Si Jehová ha asumido nuestra contienda, podemos dejar a los enemigos en Sus manos.
En lo que concierne a nuestro interés, nosotros no tenemos enemigos; pero por la causa de la verdad y de la justicia, tomamos las armas y salimos al conflicto. En esta guerra santa, estamos aliados con el eterno Dios, y si obedecemos cuidadosamente la ley de nuestro Señor Jesús, Él está comprometido a emplear todo Su poder en favor nuestro. Por esa razón no tememos a nadie.

12/09/2024

Diciembre 9

Marcos9:23
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.”

Nuestra incredulidad es el mayor obstáculo en nuestro camino; de hecho, no hay otra dificultad real en lo relativo a nuestro progreso y a nuestra prosperidad espiritual.
El Señor puede hacerlo todo; pero cuando Él establece como regla que de acuerdo a nuestra fe así nos será hecho, nuestra incredulidad nos detiene de hacer su voluntad.
La verdad despreciada alzará su cabeza si confiamos en el Dios de la verdad. Podríamos aguantar el peso de la tribulación, o atravesar ilesos en medio de las olas de la calamidad, si pudiéramos ceñir nuestros lomos con el cinturón de la paz, ese cinturón que es abrochado por las manos de la confianza.
¿En qué no podemos creer? ¿Es posible que creamos en todo excepto que creamos en Dios?
Sin embargo, Él es siempre sincero; ¿por qué no creemos en Él? Él es siempre fiel a Su palabra; ¿por qué no podemos confiar en Él? Cuando nos encontramos en una condición de recto corazón, la fe no cuesta mayor esfuerzo: entonces confiar en Dios es tan natural para nosotros como es para un niño confiar en su padre.
Lo peor es que podemos creer a Dios acerca de todo con excepción de la presente tribulación abrumadora. Esto es necedad. Vamos, alma mía, sacude esa pecaminosidad, y confía al Señor tu carga, tu labor, la ansiedad de este presente. Cumplido esto, todo ha sido cumplido.

12/08/2024

El domingo es el día del Señor Jesucristo, te invitamos a nuestro segundo culto en la tarde de adoración a nuestro Rey y Señor de nuestras vidas , 5:00pm.

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